17/05/2023
Una de las principales causas de problemas en la detección de gases es la presencia de inhibidores o venenos y, por ello, siempre es recomendable asegurarse de que no haya contaminación. Las sustancias tóxicas e inhibidores que podrían alterar el resultado de la detección de gases incluyen siliconas, halógenos, hidrocarburos hidrogenados, tetraetilo de plomo, sulfuro de hidrógeno y dióxido de azufre.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que estos compuestos no causan ningún daño a los sensores de absorción de infrarrojos, por lo que resultan ser la aplicación ideal cuando se requiere detectar gases inflamables en eternos, la aplicación ideal cuando se requiere detectar gases inflamables en entornos donde los sensores catalíticos serían ineficaces o no pueden ser detectados, uso. Los detectores de gas por infrarrojos cuentan con una tecnología sin duda ventajosa, ya que son totalmente inmunes factores ambientales como humedad y la temperatura.
Los sensores electroquímicos son los más adecuados para detectar gases tóxicos y oxígeno. Tienen una vida útil de aproximadamente dos años, excepción de los modelos para detección de amoniaco, que tienen una vida más corta (igual a uno, máximo dos años).
La vida real del sensor está fuertemente interconectada con la concentración de gas en el ambiente y es inversamente proporcional: esto significa que, en comparación con una alta concentración de gas, la esperanza de vida del sistema será más corta.
Los sensores electroquímicos de detección de CO tienen una vida útil en ambiente con poca ventilación, lo que resulta en la presencia constante de CO, ya que estas condiciones podrían afectar negativamente la vida útil del aparato. Esta reducción en la esperanza de vida no se puede estimar con precisión, porque depende de la concentración real de ppm a la que las células se exponen regularmente.
En el contexto de la detección de gases, los controles periódicos tienen un papel crucial, que tienen como objetivo controlar el correcto funcionamiento de los detectores.
Según el tipo de emisión (grado 10 o 110) presente en el ambiente donde se instalen, los controles de los detectores de gas deben realizarse cada tres o seis meses (Ref.CEf 31-35 para detectores de explosión; también aplicable por analogía con otras tecnologías de detección).
Los detectores de gas de la marca Sensitron se calibran adecuadamente durante la producción. Su umbral de alarma y rango de media son parámetros modificables a petición del cliente, directamente en nuestros laboratorios.